Una maravillosa experiencia en contacto con la naturaleza de la campiña de Umbría, a pocos pasos de Perugia... uno no puede permanecer indiferente a las atenciones de la perfecta anfitriona, Paola, que ha conseguido hacer de esta aldea un perfecto oasis de paz para unas vacaciones totalmente relajantes. Así que, tras olvidarse hábilmente de teléfonos móviles, PC y televisores varios, que no echará en falta, déjese embelesar por el silencio del lugar, por un entorno incontaminado, poblado de animales de los bosques circundantes y lleno de sorprendentes y agradables senderos de exploración. Es imposible no dejarse cautivar por tanta belleza y por una espiritualidad que satisface incluso al alma más cansada y poco inclinada a restablecer una verdadera relación con la belleza natural que nos rodea.